EL INFIERNO
En esta temporada muy seca y con un record de incendios provocados, Guadalajara está triste
porque lluvias no se acercan, y grados de temperatura suben a cuarenta.
Aquella bella ciudad de las Rosas, es hoy Ciudad de las Fosas, con muertos por todos lados
y están muy tristes las cosas, la violencia se acrecienta en esta ciudad peligrosa, y los políticos
irresponsables adelantan sus campañas, siempre con las mismas mañas, y no ayudan a nuestro
pueblo, en la forma más canalla.
Esos que queman los bosques para crecer la habitación, hay que llevarlos a prisión sin compasión
ni merced, y no hay que llevarles agua para que mueran de sed, y que sepan lo que se siente
cuando por causa de sus incendios el agua tiende a desaparecer.
El pueblo está consternado y ni siquiera puede llorar, pues ya carece de lágrimas por la falta de
humedad.
Si el problema continúa y hasta se llega a agravar, en las próximas elecciones los políticos el voto nos van
a querer comprar con un garrafón de agua, para nuestra sed apagar.
El pueblo de México está triste y ni siquiera puede llorar, pues las lágrimas no salen por la falta
de humedad.
Por su parte, las «corcholatas» nadan en la alberca del Palacio Real, mientras el pueblo camina triste y
deshidratado sin poder llorar, pues le falta la humedad.
En esta temporada muy seca y con record de incendios provocados, Guadalajara está triste
porque lluvias no se acercan, y grados de temperatura suben a cuarenta.
Como diría mi tio Eugenio: «Estamos en el infierno».