La mano que mece la Diócesis, un hecho no conocido y con efectos graves
Albert Beck
A cada uno de los miembros de la Iglesia Católica en los Altos de Jalisco. Que este tiempo de Navidad pueda impulsar el testimonio de cristianos en cada una de las actividades que realizan. Hoy el tiempo reclama testigos comprometidos de que Jesús ya vive en cada uno.
Podemos decir que el caminar diario nos dice de muchos acontecimientos de los cuales discriminamos los que para nosotros no son importantes. Recordar es quitar lo que no podemos comprender y no es importante.
Ahora quiero traer al presente el recuerdo de la organización religiosa que se da en determinada parroquias. La figura del Señor Cura es una imagen asombrosa en los pueblos, de respeto, de aceptación, de apoyo moral y espiritual, de orientación, en ocasiones hasta de manipulación política, porque se hace lo que dice el Señor Cura en cuestión política. Les quiero comentar que en un pueblo de la región, llegó con grandes ilusiones a gobernar la parroquia. Muy tranquilo, serio en ocasiones sonriente pero un poco a fuerzas, de orden y método.
Gobernó en coordinación con 6 sacerdotes que le ayudaban, pero en realidad se hacía lo que el mandaba en todo el decanato, sabía cómo decidir a espaldas de los otros curas y hacerlos que se hiciera lo que él quería. Tenía oídos en cada parroquia y rápido le decía al obispo que tenía que hacer con algún sacerdote del que se daba cuenta este cura aunque no comprobará con el implicado si era verdad o no.
Buscaba el aprecio del Obispo, almorzaba con él, le aconsejaba y regresaba como quien ha triunfado en un campeonato. Tenía todo para seguir extendiéndose en la Diócesis, así que cuido mucho su imagen, aunque su intención no era tan sana y recta. Busca el poder y el control total. Después de un tiempo, cuando llega momento del cambio de Obispo, el muestra esa humildad incluso diciendo que el no quiere pero se puede afirmar QUE YA GOBERNABA ANTES DE SER OBISPO. SE HACÍA LO QUE EL QUERIA. En la elección salió electo.
Antes que todos se den cuenta se reúnen algunos padres a cenar y está este cura y sale el tema que el obispo que llegue tiene que estar preparado. Opina otro padre que ese criterio debe cuidarse porque si no tiene la preparación no desempeña el cargo como es debido, salta con coraje ese Cura controlador y grita: – Quien lo dice? – Sabes con quien estás hablando? Y el padre sigue insistiendo en que tiene que tener preparación en derecho canónico. Ese cura grita: -Que lo sepas bien, yo soy tu nuevo Obispo y se hace lo que yo diga-. El resultado después de ordenado obispo fue quitar de dar clase al padre que indicó que el obispo tenía que estar preparado, lo castigó por rebelde, según ese cura-obispo.
Ya gobernaba y ahora como obispo, sigue haciéndolo, bueno o malo para la Diócesis eso ya lo vimos porque fue tiempo duro, tiempo de persecución sacerdotal y decisiones sin consultar a nadie, amenazas, hasta en el púlpito lo utilizaba para agredir a los que trabajaban pero no pensaban como él.
Su falta de diálogo provocó que algunos mejor decidieran salir del ministerio, claro que su imagen la cuidó mucho porque quedó como el que estaba limpiando la Diócesis. Pasó el tiempo y ya con los años encima pidió su renuncia, pero para quedarse en la Diócesis, – a que no saben para qué? Para seguir gobernando la Diócesis en el otro obispo que pasó de noche en la Diócesis y con mayor razón ahora que cambiaron al obispo y los hicieron administrador Diocesano, sigue gobernando ese cura-obispo que está en la Diócesis, lo que empezó en su tierra queriendo salir para estudiar algo porque en su pueblo no había esperanzas se convierte en un obispo que gobernó tomando decisiones no tan buenas pero cubriendo sus decisiones con los que le son fieles ahora en este tiempo.
Amigos les invito a orar para que de verdad no se repita esta historia en todo México y se pueda vivir la fe libre de hombre que manipulan la fe y dominan al estilo de los gobiernos civiles.
Su oración es muy importante, espero que sigan impulsando la unidad familiar y la oración, que sus miembros puedan cultivar los valores cristianos católicos pero cuiden mucho la influencia que se da en los púlpitos, razonen muy bien su colecta, creo que si la fe fue dada gratis, no debe costar a nadie y urge que se atienda ese criterio que obligar a los fieles a que den colecta.