¿REVISIÓN DE MOTORES O CEREBROS?.

David Aréchiga Landeros*

  Un simple y elemental razonamiento podría ser suficiente para pensar que el directamente beneficiado

cuando un motor funciona bien, es el propietario del vehículo bien cuidado,  porque se puede ahorrar en mecánico, 

refacciones, accidentes y pérdida de tiempo por descomposturas, alargando la vida y valor de su vehículo.

  Sin embargo, la gran mayoría opta por descuidar la afinación, utilizar el aceite mas barato y trata de evadir

la revisión oficial, sin meditar el daño que se hace a sí mismo económicamente, el riesgo de su familia y a todos

los habitantes de la gran ciudad con su carro «Chacuaco» ambulante, agravando la contaminación.

  Paradógicamente y como si todo lo anterior fuera poco, el mismo automovilista desafinado propicia con su conducta

los negocios sucios de los políticos del gobierno, muy aficionados a realizar negocios ilegales con talleres «chuecos» y

amañados, con proyectos políticos amafiados, redundando todo ésto en muertes por aspirar aire contaminado.

  Queda claro, pues, que la solución de este problema no está en la verificación de vehículos, sino en la revisión de

cerebros contaminados, cuyo razonamiento ya no les alcanza para cuidar sus cerebros y pulmones ya muy afectados,

con un cerebro podrido que ya no puede ser curado, ni por «El Peje» iluminado, ese gran Dios adorado.

  La conclusión consiste en que debemos cuidar muy bien nuestros vehículos, nuevos o viejitos para tenerlos siempre

bien afinaditos, para que cuando nos verifiquen aprobemos rapidito y no andemos pagando multas a los funcionarios

malditos que siempre están bien dispuestos para quitarnos nuestro dinerito.

  Como diría Don Federico: -«El perro mañoso será arisco, aunque le rompan el hocico.»

dalan16@hotmail.com                              *Doctor en Ciencias. Universidad de Guadalajara.


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