El Temazcalli, un legado de nuestros antepasados
De acuerdo al antropólogo José Gustavo Leyva Reyes, autor del libro Temazcalli, en el baño de Temazcalli nos cargamos de energía cósmica concentrada. Si algunas personas se sienten negativas y flojas, después del baño de Temascal, seguramente saldrán positivas y activas. El Temazcalli es útil para aliviar reumas, dolor de estómago, catarro heridas, granos, hinchazones, fracturas del cuerpo, entre otras dolencias.
Testimonio de Bernardino de Sahagún
El religioso escribió: “Usan en esta tierra de los baños para muchas cosas y para que aproveche a los enfermos hacen calentar muy bien el baño, que los indígenas llaman Temazcalli, el cual se debe calentar con buena leña, que no haga humo. Es de gran provecho para los convalecientes de algunas enfermedades para que más pronto terminen de sanar; es de provecho también para las mujeres que están cerca del parto y para las recién paridas, pues la leche materna se purifica. Además, los enfermos, especialmente los que tienen los nervios encogidos, los que se purgan, los que fueron apaleados yo maltratados y se les encogieron los nervios, allí los lavan y después de lavados les ponen medicinas conforme a aquellas enfermedades: para estos es menester que esté muy caliente el baño”.
El pueblo de Sayula
En el pueblo de Sayula, de la diócesis de México, en 1580 se aseguraba que ahí “no se curan con yerbas, todo su remedio es meterse en un baño que llaman Temazcalli, donde ellos se bañan y éste tiene su principal cura para cualquier enfermedad”
Por su parte, para los tepehuas de Huchuctla (Hidalgo), el baño de vapor es más bien de uso médico y ritual; sirve sobre todo a los enfermos, las que acaban de dar a luz, recién nacidos y a las jovencitas que están en la pubertad. El baño de vapor se utiliza finalmente, no como un procedimiento curativo directo, sino como un sistema para que el convaleciente acabe de fortalecerse o de arrojar los últimos restos de la enfermedad. Así, entre los zinacantecos, “después que las flores han sido sacadas, el paciente aún espera dos o tres días antes de dejar la cama por cortos intervalos para calentarse frente al fuego (…) El paciente acompañado por su esposa o su madre toma una serie de baños de sudor en intervalos de tres días”.
El Temazcalli en la actualidad
La señora Aída Rosa Cisneros es cosmetóloga, estilista, cosmiatra (desde hace 24 años) y directora de un prestigiado SPA de esta ciudad. La profesional de la belleza y de la estética femenina ha estado en Cancún y en Puerto Vallarta. “Estamos programando- comenta-, primero Dios que dentro de tres meses esté en servicio el Temazcalli construido en nuestro jardín con todos los reglamentos y rituales que requiere un temazcalli”. De acuerdo a la cosmiatra, ha visto en algunos hoteles de Cancún Temazcallis hasta en la azotea y eso no puede ser porque el Temazcalli debe estar enterrado en la tierra porque la energía de la tierra entra en función en los rituales que se llevan a cabo. Tiene que tener una orientación; la orientación del Temazcalli es viendo hacía donde nace el sol y en la parte de atrás hacia donde este se oculta. Los rituales que se llevaban a cabo los aztecas, los zapotecas, entre otras tribus lo utilizaban para purificar los cuerpos antes de un sacrificio, antes de un deporte antes del juego de pelota, antes de cualquier evento importante en la población. Desafortunadamente, en la actualidad casi no nos encomendamos a Dios. Pero, antes, nuestros antepasados antes de cualquier evento se encomendaban a Dios; y terminando el evento o la competencia, la lucha o lo que fuera daban gracias. Esta tradición casi se ha perdido.
La función del Temazcalli
El Temazcalli era uno de los templos que nuestros antepasados utilizaban para limpiar cuerpos y energías por medio de los baños de agua y por medio de yerbas. Antes de entrar al Temazcalli se hace como una especie de limpia de energía por medio de unos ramos de pirul, albacar, romero y demás yerbas aromáticas. Por lo general, son siete yerbas. Estas yerbas se limpian y luego se tiran a las piedras que están calientes dentro del Temazcalli. En algunos Temazcallis se hace un hoyo adentro de éstos para ahí mismo poner las piedras y la lumbre; en otros Temazcallis la lumbre se pone afuera se calientan las piedras y cuando están muy calientes se ponen adentro del Temazcalli, y luego se pone agua para que vaporice. Es como un baño de vapor, pero se usa más agua que en un sauna. El agua muchas veces estaba hervida o con las plantas machacadas o hervida con las plantas curativas. También se usaba para empezar una curación y se hacían determinados rituales para limpiar esa parte.
Que no se pierda nuestra tradición
Actualmente se está haciendo muy turístico y se está perdiendo ese origen, ese ritual, ese templo sagrado. Ahora, cualquier persona puede entrar a un Temazcalli; antes no podía entrar cualquier gente a un Temazcalli. Tenían que ser gentes de determinado linaje e importantes dentro de la parte mística del pueblo. Los guerreros eran una parte muy importante porque tenían que purificarse antes de ir a pelear; cuando se iba a realizar un ritual de la cosechas de la lluvia, la gente que iba a tomar parte en ese ritual también entraban a purificarse al Temazcalli. Antes de dirigirse a su dios tenían que estar puros y limpios de energía y de espíritu. Entonces, en el Temazcalli todas las puertas se le abren a uno.
Algo inexplicable
Las personas que entran por primera vez a un Temazcalli dicen que es una cosa inexplicable. En el momento de estar adentro son una energía que se maneja ahí, que realmente la gente no sabe donde está. Cabe añadir, que no se utiliza ningún tipo de droga como el peyote ni marihuana. Es únicamente la energía que se está manejando. Es como abrir unas puertas que estaban cerradas; la energía está allí acumulada y sale a borbollones; es un enriquecimiento gigante de energía cuando uno está dentro de un Temazcalli. “No me pueden decir con palabras lo que sienten nuestros pacientes. La gente sale plena, contenta, con una paz interior que se lee en la mirada, hasta la respiración cambia”.
Recuadro
Me gustaría que los lectores del Diario de los Altos sepan que tenemos muchas cosas donde podemos equilibrar nuestra energía, no es en la discoteca ni en un bar donde la vamos a encontrar, sino que es un poco reflexionando dentro de nosotros mismos y estos lugares son unos templos para que lo hagamos. Porque es un templo para otro templo: nuestro cuerpo es nuestro templo porque vivimos en él y nuestra alma está alojada aquí adentro y debemos de respetarlo y alimentarlo espiritualmente. Cada ser humano tiene el momento de encontrarse a sí mismo: unos antes, otros después, otros al final de la vida. Todos tenemos que encontrar ese espacio de paz, equilibrio, conexión con lo que uno cree. Todo mundo sabe que hay alguien superior a nosotros que le llamamos de diferente forma. Pero, ¿por que no hablamos o nos conectamos más con Él. Nos perdemos en otras cosas tan triviales o tan necesarias como ganarse el pan de cada día.
Sra. Aída Rosa Cisneros