LOS NUEVOS JEFES DE FAMILIA
Mi padre nunca tuvo tiempo de ser mi consejero en mi niñez, pues fue un ferrocarrilero errante,
todo el tiempo de tren en tren, de terminal en terminal, en un viajar constante de nunca acabar.
Mi querida madre lo suplió muy bien, primero con caricias y chiqueos, dulces y piñatas, educa-
ción religiosa, y ya para llegar a la adolescencia, con gritos, coscorrones, nalgadas y cintarazos,
por mis travesuras cotidianas, cuando comencé a tratar de independizarme, saliendo de mi casa
a la calle con la palomilla brava de la Colonia Klein, posiblemente porque mi madre comenzó a
sentirse sola, con un marido ferrocarrilero ausente, y el único hijo varón que no la valoraba, y que
a la libertad de la vida se asomaba.
Así pues, mi Madre se convirtió en mi gran consejera, que siendo analfabeta me educó, con
escuela y disciplina rigurosa, que en mi vida mucho me sirvió.
Ni madre y su educación severa, fue mi gran consejera y ahora que he llegado a la ancianidad,
en plena Cuarta Transformación, cuando se agravan los achaques, cuando el corazón y el cerebro
ya están cansados y no dán para más, y cada vez los olvidos e incongruencias son mas severos,
encuentro que ahora nuestros propios hijos, que pronto entrarán tambien a la tercera edad, son
ahora nuestros mas fieles consejeros.
Como diría mi abuela, en mi memoria siempre cercana: -«Todo por servir, se acaba»..
Nuestros hijos son ahora nuestros mas fieles y queridos consejeros. ¿Hasta cuándo?, adivinar
no puedo, Pero como yo ya solo deseo vivir solo las próximas 24 horas del dia….. ni prisa llevo.
Mi padre nunca tuvo tiempo de ser mi consejero en mi niñez, pues fue un ferrocarrilero errante,
todo el tiempo de tren en tren, de terminal a terminal, en un viajar constante de nunca acabar, pero
de él heredé su puntualidad, honradez, su sonrisa, su alegría, y su amor por la familia y la poesía,
lo que nos ha ayudado a formar los hijos buenos, que ahora son nuestros mejores consejeros.
dalan16@hotmail.com *Doctor en Ciencias. Universidad de Guadalajara.
